A lo largo de un año, las condiciones climáticas (lluvia, nieve, hielo, calor) y los pequeños impactos estropean irremediablemente las escobillas de tus limpiaparabrisas. Dado que es imprescindible que el parabrisas esté intacto para conducir con seguridad, también es fundamental mantener los limpiaparabrisas en buen estado y cambiarlos en el momento oportuno.
Antes de nada, ten en cuenta que es muy fácil sustituir los limpiaparabrisas. Si no te sientes seguro de ti mismo, obviamente puedes llevar el coche al taller, pero con nuestros consejos deberías poder cambiar las escobillas tú mismo en pocos minutos.
¡Y ya está, tan simple como eso! Puede que tengas alguna dificultad la primera vez que reemplaces los limpiaparabrisas, pero una vez que le cojas el truco, no tendrá ningún secreto para ti.
¿Y los limpiaparabrisas traseros? Fácil: tienes que hacer lo mismo.